Que feo sentir que el otro es más importante para aquel que nos interesa, que nosotros. Aunque sea la mas mínima importancia.Que decepción. Al menos para mi. Ver en nuestro "competidor" tantas maneras de "conquistar" al otro, tantas herramientas y todo sin quererlo. Este que no tiene interés alguno en el otro y puede llegar hasta el sin ningún problema. Y nosotros (poco afortunados) que nos sentimos como en una tormenta y sin paraguas, pasamos a segundo plano. O ni siquiera, quizás ni existimos para la persona a la cual queremos impresionar. Vemos con cierta bronca como el otro se mete en nuestro territorio. Nos saca de nuestro "lugar". Nos deja a un lado. Nos hace más insignificante que ellos.
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