
Todo empieza con una pregunta, tonta e inconscientemente provocativa. En lo mas profundo de la mente sabemos porque lo preguntamos. Una repuesta común y corriente. Después, una aclaración. Pero no cualquiera. Una que nos hace mal. Muy mal. Y que al a vez nos demuestra que el otro se animó a hablar. Que hace un largo tiempo le dolía mucho hoy ya es un hecho, algo que ya puede asimilar, tragar., admitir.
Entonces, ¿como reaccionar ante tanta honestidad? Ante tal verdad que nos destroza emocionalmente mientras que queremos finjir que nos importa pero no tanto? Como poder mantenernos en total calma y tomar todo con tranquilidad? Quizas un simple"ah" es lo más facil de decir (aunqe no lo más conveniente). Pregutnamos la razon de "X" verdad y mágicamente los odios se cierran. Nuestra cabeza se llena de informacion demasiado dolorosa como para seguir escuchando. Entoces sabemos la verdad, a medias. Habrá que tomar valor y preguntar, otra vez.
Podemos dejar de hablar, de ver pero nunca (casi) nunca de escuchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario